jueves, 12 de marzo de 2015

EL RITMO DE SUS DÍAS

No cortaron a tiempo los hilos de la marioneta de su vida; usan, sin escrúpulos y como si fuera propia, la imaginación ajena; se colocan en su solapa lacitos de colores conmemorando fechas que no sienten, se mueven porque los demás les mueven, participan en actividades que otros organizan y publican, como suyos, logros que no les pertenecen. Ese es el penoso ritmo de sus días, monótono, decadente, impersonal...

Hace tiempo, justo desde que existe nuestra Asociación, que dejamos de vivir así y nos alegramos de haber tomado esa trascendental decisión en el momento preciso.




Las personas sordociegas de Castilla y León se merecen ASOCYL, porque es su obra grande, su vida entera... de la que han tomado las riendas para guiar sus propios pasos. Nada tan triste como, alejados de la mencionada entidad, aparentar normalidad, tener que fingir una dorada existencia en la que hay que suplicar hasta lo más básico y, a la vez, vivir aislado del mundo que te rodea, confundido y sin identidad.