Entendemos que una trayectoria consolidada en el movimiento asociativo se construye a base de éxitos y fracasos que nosotros mismos, como parte interesada, debemos asumir y no tenemos que esperar a la calificación e influencias favorables o desfavorables de otros. Reconocer los propios aciertos, para repetirlos, y los errores, para no volver a cometerlos, nos hace grandes y criticar las iniciativas de los demás, simplemente porque no son propias, nos hace más miserables y resentidos.
En la campaña para el uso responsable del bastón rojo y blanco que, con la colaboración de la FESOCE, está impulsando ASOCYL asistimos, con perplejidad, a una curiosa conversación entre dos usuarios, ambos con muy escaso resto visual, de diferentes organizaciones y, por lo que comprobamos, con criterios opuestos respecto a este elemento vital que consideramos importante. En cualquier caso, ninguna rivalidad por nuestra parte, salvo que mejor nos iría a todos si estuviésemos de acuerdo al menos en lo fundamental.
La conversación se desarrollaba, con clara intención de incomodar, en los siguientes términos:
- Es el bastón nuevo? Déjame probarlo!!... uff, rojo y blanco, qué bastón más feo!!
- Sí, "muy feo"... pero para mí muy útil, con él se me ofrecen ayudas que antes no tenía, sirve para orientarme y para que se conozcan mis limitaciones y, en una situación extrema, puede llegar a salvarme la vida. Ojalá lo hubiera tenido antes!!
Eso mismo,... Confiamos que se imponga la coherencia, por encima de las diferencias que puedan existir, y que pronto nuestro país se inunde de bastones bicolor que den más visibilidad y ofrezcan la máxima seguridad al colectivo de personas sordociegas.
Nos gustan los bastones "feos" y cuánto más feos... mejor!!